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OPINIÓN DEL LECTOR

De los paseos

En paseos como el del Prado, el de la Castellana y otros más nos atacan ruidosísimos y supercontaminantes tubos que a niños y adultos nos envuelven en una densa nube de polvo, suciedad y vaharadas de combustible quemado, metiéndonos todo ello por los ojos y por las vías respiratorias e impregnándonos la ropa y expulsándonos así, a niños y adultos, de esos paseos.

En un verdadero paroxismo del alucinante cúmulo de agresiones ambientales -entre otras- a los ciudadanos, por parte de este alcalde y de quienes con él desgobiernan hoy por hoy Madrid, han decretado, del modo más despótico, que los paseos y jardines no son para que niños y adultos vayamos a estar tranquilamente en ellos y lo más apartados que sea posible de ruidos, motores, humos y gases malsanos, sino que tales lugares son para invadirlos brutalmente con lo peor de todo esto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de noviembre de 2002