El Aeropuerto de Málaga, el tercero de la península en volumen de pasajeros, inauguró ayer su nueva torre de control, un edificio de 55 metros de altura en cuya construcción se han invertido 8,9 millones de euros, en la obra civil, y otros 8,3 millones en el equipamiento. La actuación se enmarca en un plan de ampliación y mejora que acumula un importante retraso y que incluye una segunda pista que no será operativa hasta 2010, pese a que las previsiones del ente Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) son que se duplicará el tránsito de pasajeros por sus instalaciones, alcanzando los 20 millones anuales. En la foto, la nueva torre de control junto a las antiguas instalaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de noviembre de 2002