Al calor de la crónica de Xavier Moret (21-11-2002), en la que el artista Perico Pastor afirma que Barcelona se está quedando sin contenido cultural, cabe confirmar algunas cosas. Pese a la solidez de ciertos eventos internacionalmente reconocidos, se promociona demasiado lo banal, como algo adscrito al entretenimiento de la mercadotecnia turística. Barcelona irradia tópicos y no cultura, convirtiéndose ésta en un producto sujeto a la moda del momento. Como no se potencien otro tipo de recursos culturales, la luz de Barcelona durará poco. Espejismos como la supuesta gran energía creativa de la ciudad (modernidad de MTV) o una idea mal entendida de cosmopolitismo, que esconde una flagrante falta de relación entre autóctonos y turistas, y asentados, desaparecerán en breve. Nos atreveríamos a decir que es urgentemente necesario promover una cultura de la creación, del estudio, del tender puentes. Barcelona será un potente centro de creación cultural (humanística, musical, artística, científica) cuando: 1. Las iniciativas no adscritas a ciertos intereses ideológicos y económicos hallen reconocimiento. 2. Prime la comunicación (intergeneracional, interlingüística). 3. Surjan más mecanismos que motiven a las personas a crear cultura. La marca Barcelona no es un valor seguro. Sí lo es el fomento de los recursos humanos de Barcelona, que garantizarán el contenido cultural de la ciudad.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de noviembre de 2002