La tetería La Kasbah lleva dos años con una propuesta diferente en la valenciana plaza del Cedro, en el movido barrio a orillas de la avenida de Blasco Ibáñez. Todo en este local suena, sabe y huele a Marruecos. Las diminutas sillas cubiertas de cojines, la penumbra, el aroma de las especias que se manejan en la cocina... De las paredes penden figuras de serpientes y tallas morunas adornan los techos. El relajante sonido de una pequeña fuente se mezcla con la música árabe. Se impone la charla, mientras uno saborean infusiones y cafés de nombres exóticos (Besos Tunecinos, Recuerdos de Siria...) o las especialidades marroquíes del menú para cenar (11 euros, bebida aparte).
La oferta culinaria es sencilla y casera, pero todo está bueno. La comida es halal, es decir, que la carne está sacrificada al estilo musulmán. De primer plato hay cinco o seis ensaladas, como la aromática de cuscús y la de queso libanés -labne-, tomate y hierbas, riquísima. También se puede tomar la famosa sopa harira, elaborada con cordero, verduras y legumbres y un caldo espeso. De segundo es recomendable el clásico cuscús, cocido de pollo, garbanzos y verdura que se acompaña de la sémola. También la chachuca, una especie de pisto de tomate y pimiento con embutido de cordero y ternera, de sabor suave. Es interesante la bastela, un hojaldre relleno de pollo o verdura con aroma a canela, acompañada de salsa de berenjena (babaganuj) o de crema de garbanzos (hoummus). Otro de los guisos tradicionales es el tajine, carne de cordero guisada con ciruelas y especias. Casi todo en el menú tiene una versión vegetariana, y, aunque la propuesta es rica en aromas exóticos, no es picante. De postre, el menú incluye té moruno con hierbabuena y un pastelito marroquí.
Tetería La Kasbah
Poeta Mas y Ros, 36. Valencia. Teléfono: 963 20 93 67. De martes a domingo, de 17.00 a 2.00.
Luis García, el dueño del local, de padres españoles pero nacido en Marruecos, no escatima en explicaciones sobre la composición de cada uno de los platos. La Kasbah es muy informal. En sus dos ambientes, el comedor y el pub, se mezclan árabes y españoles, muchos estudiantes que viven en la zona. Además de cenar, en La Kasbah, los viernes y sábados a partir de la una, se ofrece un espectáculo de danza del vientre. Y los miércoles y jueves hay clases gratuitas a medianoche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de noviembre de 2002