Por segundo fin de semana consecutivo el fuerte viento, que llegó a alcanzar los 90 kilómetros a la hora, impidió ayer la apertura normal de la estación de esquí de Sierra Nevada. Hasta las 11 de la mañana, los visitantes sólo pudieron disfrutar de cinco kilómetros de superficie esquiable, aunque luego, a medida que amainó el viento, fue posible ampliarlos a diecisiete. De otro lado, Cetursa, la empresa responsable de la estación, ha denunciado ante la Junta de Andalucía a la empresa que gestiona el aparcamiento de Pradollano por permitir que las caravanas acampen clandestinamente en su interior.
A pesar de la meteorología adversa, unas 6.700 personas (5.700 de ellas esquiadores) subieron ayer a la sierra granadina. Durante las horas iniciales de la jornada el viento impidió la apertura de los dos telecabinas. Sin embargo, a medida que las rachas moderaron su fuerza, la organización abrió paulatinamente otras áreas hasta sumar, a final del día, unos 17 kilómetros, cerca ya de los 22,5 previstos inicialmente. La zona de Borreguiles es la que tiene más nieve, unos 150 centímetros, mientras que en la pista del Río oscila entre los veinte y los ochenta.
Cetursa anunció ayer mediante un comunicado que ha denunciado ante la Consejería de Turismo y el Ayuntamiento de Monachil a la empresa Parqueski, arrendataria del principal aparcamiento de la estación, por permitir la acampada de caravanas en una zona destinada a autobuses. Los campistan viven en sus vehículos pero no disponen de las condiciones sanitarias mínimas ni de servicios imprescindibles como la luz y el agua. Parqueski tiene como administrador único a Juan Miguel Martínez Cañavate, presidente de los empresarios de la estación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de diciembre de 2002