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Crítica:CRÍTICA | TEATRO

Una bonita despedida

Manuel de Blas, que está espléndido en este montaje de absurdo título en castellano (Jaque Loco en el original), se despide del teatro con esta obra, y dijo el día de la presentación que ya lo tenía todo hecho, aunque el espectador tiene la esperanza de que algún director de talento le ofrezca un Rey Lear, ya que el actor está en momento espléndido para culminar su carrera con un papelón como ése.

Su juguete preferido, de Vittorio Franceschi, un autor del que no recuerdo haber visto ningún montaje anterior, especialista al parecer en Samuel Beckett, plantea un asunto caro a las vanguardias, el peso del pasado en un presente más o menos anodino, o más concretamente de un hecho del pasado que se ha preferido olvidar pero que acaba ganándole la batalla al tiempo y a la memoria, sugiriendo de paso que una misma persona es muchas personas a la vez y durante mucho tiempo.

Su juguete preferido

De Vittorio Franceschi, en traducción y versión de Xavier Serra y Antoni Tordera, por la Compañía de Comedias de Manuel de Blas. Intérpretes, Paula Soldevila, Jorge Roelas, Manuel de Blas. Iluminación. José M. López Sáez. Vestuario, Grifone. Escenografía, Amadeo Lemus. Música, Mastretta. Dirección, Antoni Tordera. Teatro Rialto. Valencia.

Este material, que Antoni Tordera pone en escena con pulcritud, apoyándose sobre todo en la enorme presencia escénica de Manuel de Blas, se resuelve echando mano de una cierta insinuación de las claves de humor negro en la primera parte, para decidirse resueltamente por el drama cuando la obra se dirige hacia su conclusión, y destaca una curiosa mezcla entre la propensión abstracta y la poetización del lenguaje hablado, siguiendo tal vez una fidelidad textual a una obra que podría haber sido algo más peinada para esta versión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de diciembre de 2002