Ironía y doble sentido. El Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella cumplió el jueves diez años con una exposición del artista murciano Pepe Yagües. La muestra reúne series dedicadas a Federico García Lorca, Virgilio y Jorge Luis Borges en las que el artista entrelaza un fino humor con el profundo conocimiento de los textos de los tres escritores. Éste fue el primero de los actos que se celebrarán hasta el 28 de noviembre de 2003.
La creación del museo, hoy convertido en referente del panorama gráfico español, tan solo por detrás de la Calcografía Nacional, la fraguaron en 1990 el profesor de historia José Luis Morales y Marín y José Manuel Vallés, crítico de arte y por entonces concejal del Ayuntamiento de Marbella. Morales poseía una importante colección de obra gráfica, compuesta por más de 1.500 piezas, que pensaba donar a la ciudad. En 1992 el centro abrió sus puertas en el Hospital Bazán, un edificio del siglo XV recién restaurado, situado en pleno casco antiguo del municipio. La Asociación de Empresarios de Marbella le entregó al museo, el pasado viernes, el premio a la Mejor Institutución.
El acuerdo suscrito con el Ayuntamiento estipulaba que Morales ocuparía la dirección general y el alcalde de turno la presidencia de la institución, que funciona jurídicamente desde sus comienzos como una fundación privada sin ánimo de lucro. Tras el inesperado fallecimiento de José Luis Morales, en el año 1998, la dirección recayó sobre su hijo José María, cuarta generación de esta familia dedicada al arte.
A lo largo de estos diez años, el museo ha organizado más de 300 exposiciones, contando las itinerantes. Se han realizado tres muestras de la obra gráfica de Pablo Ruiz Picasso, una de Goya con motivo del 250 aniversario de su nacimiento, además de otras dedicadas a Chillida, Miró, Saura, José Caballero o Mariano Fortuny, entre otros. Sus fondos se han doblado y superan en la actualidad las 3.200 obras. Procedentes de donaciones particulares y de adquisiciones y van desde una tablita del siglo XVI hasta grabados de los artistas españoles más importantes del último siglo.
La institución se financia con aportaciones del Ayuntamiento y de instituciones públicas y privadas, aunque su conservador jefe, José María Luna, destaca su "clara vocación de servicio público". Las colecciones del museo han recorrido España, pero también han traspasado las fronteras de nuestro país. "En 1996 inauguramos una exposición en Jordania, en un palacio en el que vivió Lawrence de Arabia", explica Luna. La exposición Por los senderos del aire, de Pepe Yagües, está compuesta por unos 40 grabados pertenecientes a tres series: Guitarra abierta, Caballo de Troya y Dédalo de deseo, inspiradas en la obra de Federico García Lorca, Virgilio y Jorge Luis Borges. A estas se ha unido un libro, prueba del artista, dedicado a Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda.
La ironía y doble sentido son el común denominador de estas cuatro colecciones, en las que minotauros retozan con mujeres desnudas contemplados, en ocasiones, por la luna; guitarras abiertas muestran su interior y caballos de hierro parecen observar cualquier movimiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de diciembre de 2002