El batiscafo francés Nautille llegó ayer por la mañana al puerto de Vigo, desde donde partirá, "tan pronto como sea posible y las condiciones meteorológicas lo permitan", hacia la zona en la que se hundió el petrolero Prestige. Entonces descenderá a 3.600 metros de profundidad para comprobar el estado de los tanques de fuel.
Esta nave fue solicitada por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, a su colega francesa, Rosalyne Bachelot, con el fin de averiguar si el petrolero continúa vertiendo combustible.
Otros dos barcos franceses, el Ailette y el Alcyón, recogen pequeñas manchas en la ría de Corcubión. En la zona del naufragio operan además dos navíos holandeses, uno alemán, uno británico, uno belga y uno noruego. Para los próximos días están previstas las llegadas de dos italianos, un danés y otro británico.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de diciembre de 2002