El primer ministro esloveno y líder liberal, Janez Drnovsek, de 52 años, venció ayer en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Eslovenia y sucederá en el cargo a Milan Kucan, de 63 años, ex líder comunista que pilotó el proyecto de la independencia e integración eslovena en Europa desde la ruptura de Yugoslavia.
Con el 92% de los votos escrutados, Drnovsek logró el 56,21% de los sufragios y su adversaria, la ex fiscal general de Eslovenia y ex ministra de Justicia, Barbara Brezigar, 49 años, -respaldada por los socialdemócratas-, un 43,79%, lo que se considera como un anuncio de grandes cambios en la escena política local.
Drnovsek anunció que en los próximos días renunciará como jefe de Gobierno y que presentará al Parlamento como nuevo mandatario al actual ministro de Finanzas, Tone Rop, el cual, si recibe el apoyo necesario, asumiría sus funciones antes del 23 de diciembre cuando se producirá el relevo entre Kucan y Drnovsek.
Drnovsek dijo que continuará gobernando hasta la cumbre de la Unión Europea de Copenhague, a mediados de este mes, en la cual Eslovenia, con casi dos millones de habitantes, debería ser oficialmente invitada a entrar a la Unión Europea,
La salida de Drnovsek del Gabinete debilitará a la Liga de liberales demócratas (LDS) con vistas a las próximas elecciones parlamentarias previstas para dentro de dos años. Los primeros comentarios señalan que los liberales ya han sido advertidos porque ayer perdieron la alcaldía de Ljubljana, la capital. Drnovsek ha dominado la escena política eslovena en toda la década pasada y decidió pasar a la presidencia "para relajarse" dado que la figura del presidente es meramente protocolaria, pues el poder está concentrado en el jefe del Gobierno.
La participación electoral en las elecciones presidenciales y municipales de ayer fue estimada en un 63,5%. En la primera vuelta celebrada hace tres semanas, la afluencia había sido del 57%. Los mensajes políticos de ambos candidatos no se diferenciaron en la campaña preelectoral, matizada tan solo por el esfuerzo de Brezigar de destacar su catolicismo y obtener votos de sectores conservadores de la sociedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de diciembre de 2002