Un policía nacional y un vigilante han sido condenados a suspensión de empleo y sueldo y a abonar 4.397 euros respectivamente por realizar llamadas obscenas y conectar desde el trabajo con líneas eróticas.
Juan S.G. fue sancionado por la Dirección General de la Policía el 17 de febrero de 1999 a diez días de suspensión de empleo y sueldo por una falta grave de "atentado a la dignidad de los funcionarios de la Administración". Juan S.G. realizó numerosas llamadas de carácter obsceno entre septiembre de 1997 y febrero de 1998 a Josefa E.M. La afectada denunció los hechos y en el juicio dijo que perdonaba al policía que le había estado atosigando con llamadas continuas. Pero la Dirección General de la Policía no hizo extensivo ese perdón a la vía disciplinaria. Así pues, el agente decidió recurrir y ahora el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) confirma la sanción.
El tribunal de la sección octava de la Audiencia de Valencia ha fallado en idéntico sentido ante el recurso presentado por un vigilante al que se condenó a abonar la factura telefónica de las llamadas realizadas desde su trabajo a líneas eróticas. Marcos Q.B. telefoneó entre las 00.00 y las 5.00 a dos líneas de entretenimiento y a conexiones de Internet. El importe era de 4.397,64 euros pero Marcos Q.B. presentó recurso alegando que nadie le vio realizar tales llamadas por más que coincidieran los días y horas con su calendario de trabajo. La Audiencia encuentra prueba suficiente esa correlación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de diciembre de 2002