Un estudio sobre prevención de drogodepencias en los 265 municipios menores de 7.000 habitantes que hay en la provincia de Valencia revela que el consumo de drogas es igual entre los jóvenes de estos pequeños pueblos y los de las grandes ciudades. El informe, elaborado por la Diputación de Valencia en colaboración con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), apunta, sin embargo, que en los pueblos el fenómeno del botellón no tiene una presencia mayoritaria pero en cambio se busca un ocio fuera del núcleo de población y se utilizan mucho más los coches para desplazarse.
Además, pese al reducido tamaño de las poblaciones, en estos municipios se realizan operaciones de compraventa de sustancias ilegales a pequeña escala y el consumo de alcohol "ocupa un papel central en las fiestas patronales y se convierte en un elemento esencial en el ocio nocturno de los fines de semana". El director de la FAD, Ignacio Calderón, que presentó ayer el trabajo en un congreso sobre drogadicción que se celebró ayer en el Palau de Congressos de Valencia, señaló que de la investigación realizada se concluye que los jóvenes "son muy parecidos en el consumo de drogas en líneas generales en el campo y en la ciudad porque el joven es fruto de una realidad social que a través de los medios de comunicación llega a todas partes". No obstante, su comportamiento "no es el mismo porque sus zonas de influencias son distintas" y resaltó que en los pueblos "no se da el fenómeno del botellón como en las grandes ciudades" aunque, según dijo, "tienen otros problemas y es que se mueven mucho los fines de semana buscando el ocio en otras poblaciones, lo que conlleva riesgos porque utilizan los coches para desplazarse".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de diciembre de 2002