Los aeropuertos españoles comenzaron ayer a realizar cacheos a los pasajeros que esperan el embarque. Según la agencia Efe, en Barajas la mayoría de las personas afectadas comprende la medida y considera que beneficia la seguridad, aunque algunas se quejaron abiertamente.
Los registros manuales, realizados por empleados de una empresa privada de seguridad, son aleatorios y continuos sobre los viajeros y los equipajes de mano que ya han pasado los arcos magnéticos de detección de metales o los túneles de rayos equis. Según el organismo de gestión de los aeropuertos, AENA, se han implantado de acuerdo con el Reglamento de la UE y siguiendo instrucciones de la Secretaría General de Seguridad.
La realización de los cacheos apenas retrasó ayer el paso de los viajeros por los controles de seguridad, que no registran colas distintas de las de cualquier otro día. En la terminal de Nacional, uno de los pasajeros, Alvar Arnaiz, consideró "buena" la iniciativa y afirmó que "no tiene por que haber ningún incidente, ya que todo es por el bien de aumentar la seguridad".
En la terminal de Internacional, una pasajera que se dirigía a Memphis (Estados Unidos), Beatriz López, se mostró crítica con la medida y dijo que le "parece fatal que a uno le pongan bajo sospecha por el mero hecho de coger un avión; es vergonzoso", agregó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de diciembre de 2002