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El Gobierno exime a los presos del franquismo de cotizar por las indemnizaciones

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha retorcido la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos para cumplir la promesa que le hiciera a Fernando Marín, portavoz adjunto de IU, el pasado día 3 de octubre. El jefe del Ejecutivo regional prometió en sede parlamentaria que los perceptores de las indemnizaciones por los años pasados en prisión durante la dictadura no pagarían el tramo autonómico del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) por este concepto.

Pedro Muñoz, portavoz adjunto del PP, anunció ayer que su grupo iba a plantear una enmienda a la Ley de Acompañamiento encaminada a exonerar de impuestos a las personas que cobraron ayudas de la Comunidad por haber sufrido más de un año de prisión durante el franquismo. Hasta ahora, los represaliados de la dictadura cobraron entre 1.202 y 5.409 euros y sufrían una retención del 18%. Con ello, las exiguas cantidades recibidas quedaban sujetas a retención, en lo que la oposición calificó como "una burla" a los presos del franquismo.

El presidente regional prometió en la Asamblea que pediría al Gobierno central que reformara la ley para que estas indemnizaciones dejaran de ser objeto de retención. Nada se sabe aún de la respuesta del Ejecutivo de José María Aznar. Pero ayer, y "como medida cautelar", el grupo parlamentario del PP anunció que introduciría en la Ley de Acompañamiento una enmienda que liberara a estas indemnizaciones de la obligación de cotizar en el tramo autonómico. IU ya había presentado una enmienda en el mismo sentido a la Ley de Presupuestos, que se discutirá el próximo día 12 de diciembre.

La ley tendrá carácter retroactivo. Así que a quienes se les hayan retenido en 2001 las cantidades correspondientes a estas percepciones, podrán exigir su devolución. En el 2002 los beneficiarios de estas ayudas tendrán que reflejarlas en su declaración de la renta, pero, a la vez, incluirán una deducción del 15%, el equivalente a lo que tendrían que cotizar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de diciembre de 2002