Según se relataba recientemente en EL PAÍS, un funcionario de la ONU ha sido tiroteado por el Ejército de Israel mientras ondeaba una bandera de su organización, y ha muerto porque el Ejército impidió el acceso de una ambulancia.
Si esto ocurriera en Irak durante la inspección de los enviados de la ONU, seguro que la reacción de EE UU sería inmediata. ¿Por qué no se habla ahora de "afrontar graves consecuencias"? ¿Es que Israel no incumple ninguna resolución de la ONU? Derribar la casa de presuntos terroristas ¿no es también terrorismo? Pero se demuestra una vez más el doble rasero con que Bush II mide las acciones de otros países. Lo malo de esta inevitable guerra que nos está vendiendo Bush II es que lo hace para pagar la deuda que contrajo con grandes empresas petroleras y de armamento durante su campaña electoral. Pero lo peor es que el presidente de mi país le sigue y dice sí a todo lo que él propone.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de diciembre de 2002