La Audiencia Nacional condenó ayer al joven donostiarra Nader Koochaki Etxeberria a pagar una multa de 1.518 euros por su intervención en la quema de un autobús urbano de San Sebastián el 12 de agosto de 2001. El fiscal pedía inicialmente para el acusado 11 años de prisión, pero su familia pagó los 39.326,30 euros en los que estaba valorado el vehículo y se llegó a un acuerdo sobre la condena.
El fiscal, que mantuvo su acusación por daños, coacciones y tenencia de sustancias inflamables y explosivas, finalmente decidió aplicar la atenuante "muy cualificada" de reparación de daños, ya que la familia del joven había abonado la cifra que reclamaba la Compañía del Tranvía de San Sebastián. Tuvo también en cuenta que el condenado era menor de edad cuando participó en dicho acto de violencia callejera. Finalmente, pidió un año de prisión sustituible por una multa de 1.710 euros, que al restarle los 48 días que el joven pasó en prisión preventiva se redujeron a 1.518 euros.
Koochaki se acogió a la opción de la multa y el juez declaró la firmeza de la sentencia.
El acusado y otras dos personas no identificadas. Abordaron el autobús, echaron al conductor y a los viajeros y prendieron fuego al vehículo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de diciembre de 2002