Francia y Alemania se han puesto de acuerdo para ofrecer a Turquía el 1 de julio de 2005 como fecha de apertura de negociaciones de ingreso en la UE, pero condicionada a un informe que la Comisión deberá realizar en el segundo semestre de 2004 sobre los progresos de la reforma democrática. Jacques Chirac y Gerhard Schröder buscarán la próxima semana el consenso de sus socios europeos en la Cumbre de Copenhague.
MÁS INFORMACIÓN
El presidente francés y el canciller federal alemán coinciden en que la UE debe dar una señal positiva a las aspiraciones europeas turcas por lo que decidieron el miércoles por la noche acordar una política común, que intentarán sacar adelante en el Consejo Europeo los próximos días 12 y 13. La mayoría de los países de la UE -a excepción de Austria, Holanda y Luxemburgo-, se muestra a favor de concretar al máximo en Copenhague un compromiso de negociación, pero subrayando también que Turquía no satisface a día de hoy los criterios políticos democráticos para ingresar en la Unión.
"España es pionera en la propuesta de dar una fecha si Turquía respeta sus compromisos", declaró ayer en Bruselas la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, para quien el año 2004 es una buena fecha de apertura de las negociaciones.
Palacio dijo que "a Turquía le queda mucho por hacer todavía, como el respeto de los derechos humanos o la separación del poder del Ejército". "La UE tiene reglas muy claras que debe cumplir Turquía, pero tampoco hay que ponerle condiciones suplementarias", añadió.
La propuesta franco-alemana es probable que no satisfaga plenamente las expectativas del nuevo Gobierno turco, que aún confía en que los líderes europeos fijen el año que viene como el inicio del proceso de adhesión. El primer ministro turco, Abdalá Gül, manifestó el miércoles ante los embajadores de los Quince en Ankara que su país cumple con los criterios políticos para el ingreso en la UE después del paquete de reformas aprobadas este verano, entre ellas la abolición de la pena de muerte, y las que su Gabinete acaba de presentar en el Parlamento para acabar con la tortura.
Gül dijo también que su Gobierno estima inaceptable cualquier oferta de fecha condicional: "Queremos una fecha fija. Turquía lo merece y todo lo que no sea eso resultará difícil de explicar a la opinión pública".
Y así se lo hizo ver anoche el ministro turco de Exteriores, Yasar Yakis, al Alto Representante de la UE, Javier Solana, con quien mantuvo una cena de trabajo en Bruselas. Para Solana, Turquía tiene ahora una gran oportunidad de demostrar su profesión de fe europea con el respaldo el plan de Naciones Unidas para la reunificación de Chipre, así como con su apoyo al acuerdo de defensa entre la UE y la OTAN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de diciembre de 2002