Como votante del PNV quiero manifestar preocupación por la elección del candidado a alcalde de Hondarribia por parte del PNV. El problema consiste en que hay dos tendencias y dos candidatos; es decir, el Gipuzku Buru Batzar (GBB) tiene un candidato y la Junta Municipal del PNV otro. El GBB ha optado por el continuismo del actual alcalde, Borja Jauregi, mientras que la Junta Municipal quiere una cara nueva y propone otro candidato. Lo habitual en el PNV es que sea la propia Junta Municipal quien elabore la lista de la candidatura y, por lo tanto, elija también al futuro alcalde. En este proceso se garantiza una representatividad de los afiliados locales, que, a su vez, representan a los votantes de la localidad. Pero esta vez el procedimiento ha cambiado y se trata de imponer el candidato a alcalde desde una instancia superior, rompiendo con un procedimiento que garantiza un consenso local y la continuidad de la armonía interna, así como las relaciones institucionales dentro del partido.
Como votante me siento preocupada que por este motivo surja algún conflicto que beneficie a los otros, a los constitucionalistas, que no están por la libertad del pueblo vaso. Por este motivo le pido al GBB que reflexione y que respete la decisión de la Junta Municipal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de diciembre de 2002