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Desconocidos disparan contra opositores a Chávez y causan al menos dos muertos

El ataque en Caracas radicaliza un conflicto que ha paralizado gravemente el sector petrolero

Anocheciendo en Caracas, varias personas sin identificar dispararon sobre una concentración de varios cientos de opositores en la Plaza Francia, mataron a dos e hirieron a una decena, varios de gravedad. El ataque causó pánico, carreras e indignación, y ocurrió a las 18,58 de la tarde (madrugada en España), minutos después de que los promotores de la huelga contra la presidencia de Hugo Chávez hubieran anunciado su prórroga. Las exportaciones diarias de crudo cayeron un tercio, según datos de la oposición negados por el Gobierno, como consecuencia de un paro que hoy cumple seis días de duración, y alteró las operaciones de refino y distribución y obligó a reducir la producción de crudo.

Paralelamente a la comparecencia ante la prensa del secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, en un hotel de la capital, para anunciar la continuidad de la huelga, se registraba el ataque. "Fue horrible. Escuchamos unos tiros y nos echamos todos al suelo", informó una persona. "Un joven pelirrojo sacó una pistola y disparó a mansalva. Volvió a cargar y siguió disparando", dijo un testigo. Gente armada de la plaza donde militares disidentes mantienen una vigilia desde hace un mes desenfundó sus pistolas y salió en persecución de los pistoleros. Una persona sospechosa de haber disparado estuvo a punto de ser linchada. Otra fue detenida.

"Lamentablemente ha habido dos decesos y 12 heridos", informó Ángel Martínez, director de Protección Civil. "¡Canallas!, ¡Asesinos!", "Esto es un crimen de Chávez contra el pueblo", se gritaba en el recinto atacado, situado al este de la capital, domicilio de venezolanos de clase media y alta y epicentro de las masivas movilizaciones opositoras. "Primero dispararon desde una esquina del sur de la plaza cerca de 20 veces", informó una periodista. "Poco después, se escucharon otras detonaciones desde otro lugar. Parecían armas potentes, automáticas". Grupos de personas pedían la documentación a los transeúntes. Dotaciones de médicos, ambulancias y vehículos particulares acudieron a la plaza para atender a los heridos y trasladar a hospitales a los que presentaban impactos de cierta gravedad. "Todo está dominado", tranquilizó una persona, por megáfono, 45 minutos después de los primeros balazos. Sin embargo, poco después se escucharon nuevas detonaciones.

Previsiblemente, el atentado agravará la huelga general y las negociaciones que promueve el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria. El paro general está causando serios problemas al Gobierno, que invocó fuerza mayor ante sus clientes norteamericanos, europeos y latinoamericanos para evitar las sanciones, por incumplimientos, establecidas en los contratos. No obstante, el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, afirmó que el "golpe energético" no derrocará a Chávez. El diario El Nacional calculó que PVDSA dejó de exportar un millón de barriles diarios, una tercera parte del total. "Es una cifra política. La cuantía es menor", según el ministro de Planificación, Felipe Pérez.

Discutibles los números ofrecidos por las partes en una huelga destinada a acelerar la salida del poder de Chávez, la oposición se manifestaba satisfecha antes del ataque, crecida políticamente, porque comenzó a observar los graves efectos de la huelga en el monopolio público, que aporta el 80% de las divisas y nutre el presupuesto nacional. El despliegue de las Fuerzas Armadas junto a pozos, refinerías y almacenes evitó el acoso de piquetes, a puñetazos en algunas plantas con otros trabajadores, pero no pudo evitar el progresivo deterioro de la industria nacional, corazón de la economía de un país cuya reconciliación parece imposible. Jesús Belloso, gerente de distribución de la región central, debió alejar a sus chóferes del recinto de cisternas en previsión de una catástrofe. "Una bomba lacrimógena, un cigarrillo, podrían ser el punto de ignición de una explosión de grandes magnitudes, de más de 30 metros", avisó.

El ministerio de Energía y Minas restó dramatismo a la situación. "Hay combustible para más diez días", dijo un portavoz. Venezuela es el quinto exportador de crudo y único miembro latinoamericano de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Sus pozos continúan bombeando, pero el flujo constante de crudo y el retraso o interrupción de las exportaciones condujo a la saturación de la capacidad de almacenamiento y forzó a un recorte en la producción.

PDVSA, segunda empresa de su rango en el mundo, está valorada en unos 130.000 millones de dólares y el Estado es su único accionista. Refina 2.415 millones de barriles de crudo. El Pilín León, carguero insignia de la protesta, con 44 millones de litros de gasolina en sus bodegas, permanece anclado en el lago de Maracaibo, bajo vigilancia de unidades de la Marina. Al menos los capitanes de cuatro de los 13 buques de la petrolera también pararon máquinas, y un buen número de remolcadores, encargados de ayudar al atraque de los barcos cisternas, se sumó al paro. Los cortes en la cadena de procesamiento son frecuentes y el agravamiento y prolongación de la huelga conduciría hacia el colapso, según los expertos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de diciembre de 2002