La policía india estuvo en alerta ayer ante el riesgo de estallidos de violencia religiosa o ataques terroristas en el décimo aniversario de la destrucción de una mezquita en Ayodhya (Uttar Pradesh). Una explosión en un McDonald's de Bombay, centro financiero de India, fue calificada de "accidental". Dejó 21 heridos. El 6 de diciembre de 1992, una multitud de hindúes arrasó la mezquita de Babri, una construcción del siglo XVI, con el pretexto de que los musulmanes la habían construido sobre un templo hindú consagrado al dios Ram. Al menos 3.000 personas murieron en los disturbios que siguieron, 1.788 de ellas en Bombay.
Amnistía Internacional (AI) aprovechó la jornada para denunciar la impunidad en que han quedado esos sucesos. "Cuatro años después de que se publicara el informe de la comisión investigadora, las autoridades no han dado ningún paso significativo para aplicar sus recomendaciones", asegura AI.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de diciembre de 2002