Soy profesora titular de Geografía en la Universidad Autónoma de Madrid y comisaria de la exposición El catastro de Ensenada, magna averiguación para alivio de los vasallos y mejor conocimiento de los reinos, que desde el 11 de noviembre se presenta en la sede del Ministerio de Hacienda de la calle de Alcalá, antigua Aduana de la Villa y Corte.
A pesar de que informamos a su periódico sobre dicha exposición, ustedes no se han dignado recoger su existencia.
No sé cuál puede ser la razón para ignorar dicha muestra. Entiendo que pueda no interesarles como noticia, pero no entiendo que no la incluyan entre las exposiciones que hay en Madrid.
Por otro lado, contrasta ese silencio absoluto respecto a la misma con el hecho de que en su momento le dedicaran una página completa a Rosa Montero, que descalificó de un plumazo toda la Ilustración española.
Quizás la razón sea la sede, pero entiendo que Hacienda somos todos, que el catastro castellano del siglo XVIII es un patrimonio documental que nos pertenece a todos los españoles, que por primera vez sale de los archivos y que el edificio de la antigua Aduana madrileña (del siglo XVIII, por cierto) es independiente de quién se siente en el sillón de la Real Hacienda en este momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de diciembre de 2002