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CARTAS AL DIRECTOR

¡Chinitos, sí; gordas, no!

Vivo en Murcia y estoy embarazada. Ayer decidí ir de compras y entré en una conocida franquicia italiana cuyas llamativas y "solidarias" campañas publicitarias suelen mostrar imágenes multi-rraciales de niños sonrientes, besos homosexuales o incluso partos.

Me gustó una camisa y le pedí a la dependienta mi talla (la grande), y cual fue mi sorpresa cuando ésta me informó de que en esa sección, con ropa específica para embarazadas, ¡la talla más grande era la mediana o "M"!, no porque no quedase, sino porque no la recibían. Considero que es una estupidez pensar que todas las embarazadas pesan 50 kilos (sobre todo si se mide 1,70 y no se sufre un trastorno de la alimentación como es la anorexia); y si esta discriminación es porque una persona "L" o "XL" no responde a la imagen fashion que la marca desea tener, les sugiero que en su próxima campaña publicitaria se incluya la lapidación de una gorda: quedaría muy chic.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de diciembre de 2002