"¡Fuera Van Gaal!", gritaba el público que anoche acudió a Vallecas, como si de un pequeño Camp Nou se tratara. Los seguidores del Rayo, a los que se suponía que nada les iba en la causa, se contagiaron de los cientos de aficionados azulgrana presentes en el estadio, que la emprendieron contra el técnico, que ha firmado el segundo peor arranque del campeonato en la historia del Barça. Los azulgrana se estrellaron espectacularmente frente al Rayo, el penúltimo de la clasificación, pero Van Gaal sorprendió a la concurrencia cuando argumentó que la culpa fue exclusivamente de la falta de puntería.Vio Van Gaal un montón de ocasiones del Barcelona, pero el descacierto, en su opinión, frenó lo que el holandés consideró "un buen partido".
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"Lo hemos intentado todo para ganar", declaró Van Gaal, "pero hemos perdido. El Rayo sólo ha tenido una ocasión, que ha nacido en un saque del portero, y ha ganado el partido. Hemos creado muchas oportunidades, pero no marcamos. Para mí, éste ha sido el mejor Barça de los últimos cinco partidos".
Quienes escuchaban a Van Gaal no disimularon su sorpresa por sus argumentos. "¿He dicho algo raro", preguntó en un momento determinado. Cuestionado sobre la manera de explicar a la afición la derrota en casa de un equipo que, amén de ser el penúltimo, vive tiempos de zozobra, el holandés contestó: "Pues que el único problema ha sido la falta de gol. Hemos dominado a pesar del estado del césped y de la presión a la que nos ha sometido el Rayo. Los jugadores han puesto mucha motivación y no se les puede reprochar nada".
Que el Barça esté protagonizando el peor inicio liguero en los últimos treinta años no es, para Van Gaal, demasiado dramático. "No es el fin del mundo", dijo el técnico, que no se inmutó ni siquiera al ser informado de lo que significaba la expresión "tocar fondo". "Podríamos estar últimos y no lo estamos", continuó entre la perplejidad general. "Es muy importante mantener la cabeza alta, porque todavía no hemos perdido nada. Si ganamos al Newcastle casi estamos en los cuartos de final".
Van Gaal sí reconoció, en cualquier caso, sentirse decepcionado. "Sé que me espera una semana muy dura, pero no se puede decir que no hayamos hecho todo lo posible para ganar", dijo el técnico de un equipo que desde ayer se encuentra a 13 puntos del líder, la Real.
"¿Se siente usted capacitado para sacar al equipo adelante?", se le interrogó. "Sí", contestó el técnico para guardar silencio durante unos interminables segundos. "No me siento cuestionado", añadió, "porque sé lo que he hecho para ganar este partido. Como entrenador no puedo estar intranquilo. Quizá la gente no entienda cómo se puede perder este partido, pero la culpa la ha tenido la mala suerte. La Real fue mejor que nosotros la pasada jornada, pero el Rayo no lo ha sido", concluyó un Van Gaal que instantes después subía al autocar del Barça, cerca del cual un centenar de aficionados seguían con su particular cántico: "¡Fuera Van Gaal!", decían, al tiempo que los jugadores salían del paso como podían.
"Tenemos que cambiar la forma de jugar", proclamó Kluivert. "La situación es delicada, pero podemos cambiarla". Puyol intervino: "Estamos muy fastidiados porque creíamos en la victoria. La situación se ha complicado. En el fútbol mandan los goles y no hemos marcado ninguno". Xavi no encontró explicaciones al resultado: "El equipo lo ha dado todo, pero ha tenido mala suerte". Y Frank de Boer concluyó: "El Rayo ha tenido una ocasión y le ha bastado. Así es difícil ganar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de diciembre de 2002