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España teme una Europa mayor

Agricultura, automóviles y empresas con mano de obra intensiva y poco valor añadido se enfrentan, con la ampliación de la UE, al reto de la deslocalización y la reducción de fondos

Agricultura, automóviles y empresas con mano de obra intensiva y poco valor añadido se enfrentan, con la ampliación de la UE, al reto de la deslocalización y la reducción de fondos

El traslado de parte de la producción de Seat a Bratislava ha sido uno de los primeros avisos, pero dentro de poco puede haber más. La agricultura, la industria basada en mano de obra intensiva y escaso valor añadido en general y una parte del sector turístico, tampoco las tienen todas consigo. La ampliación de la Unión Europea a diez nuevos países del centro y el Este de Europa enfrenta a España con dos importantes retos, el de la deslocalización de la producción y la reducción de fondos de ayuda.

La ventaja española de tener salarios por debajo de la media europea puede saltar por los aires con la entrada de los nuevos socios, a los que además irán destinados gran parte de los fondos que ahora reciben las zonas menos favorecidas. Sólo Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura seguirán cobrando fondos en 2007.

La escasa presencia de las empresas españolas en esos países impide aprovechar las ventajas de un mercado que pasará a tener 454 millones de habitantes.

Los próximos días 12 y 13, la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno decidirá en Copenhague abrir la UE a los nuevos socios.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de diciembre de 2002