Más seguridad. Menos impuestos. Ambas son frases cortas, fáciles de recordar y fieles a la tradicional línea propagandística de derechas. Pero he aquí la realidad:
Menos becas. Menos educación. Menos ideales. Menos diálogo. Menos ayudas sociales. Menos solidaridad. Más irresponsabilidad. Más especulación. Más prohibición. Más bandera. Más telebasura. Más Bush. Más fronteras. Más precariedad. Más arrogancia. Más guerra. Más petróleo en nuestro mar. Nunca máis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de diciembre de 2002