La marea negra del Prestige puede ser "una de las peores de la historia", según Michel Girin, director del Centro de Investigación de la Contaminación de las Aguas (Cedre) de Francia. Girin y otros científicos franceses que han analizado el fuel vertido consideran que, por sus características -no se coagula a 2,5 grados, la temperatura a 3.600 metros de profundidad- y el estado del casco del buque, es casi imposible impedir una fuga paulatina o violenta, lo que se traduciría en una marea negra prolongada. El vicepresidente Mariano Rajoy no se atrevió ayer a descartar una tercera oleada de fuel.
Mientras miles de voluntarios limpian el chapapote en Galicia, el vertido se extiende por el Cantábrico, con decenas de playas afectadas en Asturias, Cantabria y el País Vasco. El Gobierno francés se reúne hoy de urgencia. Las primeras manchas fueron vistas ayer a 10 kilómetros de Hendaya.
El fuel contamina decenas de playas de la costa de Asturias, Cantabria y País Vasco
El Gobierno extiende las ayudas directas y fiscales a un mayor número de afectados
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de diciembre de 2002