Málaga Danza Teatro, la veterana andaluza, lleva más de 15 años difundiendo la danza contemporánea. En 1986, el coreógrafo brasileño Thomé Araújo y el catalán Josep Miñón fundaron la compañía. "Hemos llegado a tener ocho bailarines en plantilla. Pero ahora no hay mercado para mantenera a tantos profesionales y sólo contratamos cuando tenemos algún espectáculo", dice Miñón, gerente de la compañía.
Decenas de montajes, giras por Alemania y América y media docena de premios reconocen la labor del grupo. "No hay en Andalucía un público educado para sentir la danza como puede haber en Francia, Holanda o Alemania, ni tampoco una apuesta decidida de las administraciones. Para que florezca la danza contemporánea sería necesaria una tutela institucional", piensa Miñón.
"El 95 por ciento de la red teatral está en manos del Estado, por lo que la cultura está dirigida por el partido político de turno. Se programa poca danza, no hay un circuito específico y es difícil mantener una compañía estable si no tienes ayuda", dice Thomé Araújo.
"Las expectativas son, a veces, crueles", añade el gerente. Hace dos años que Málaga Danza Teatro no obtiene ninguna ayuda institucional. En la actualidad, la compañía está centrada en labores didácticas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de diciembre de 2002