La crisis económica en Suramérica, que afecta a los principales países importadores de turrón, y los problemas derivados de la estacionalidad del producto han hecho agudizar el ingenio de los fabricantes para mantener el sector al alza. Argentina y Uruguay, dos de los principales clientes de turrón protegido junto a Venezuela, apenas consumirán estas Navidades un 40% del turrón que se vendió en la campaña anterior. El consejo regulador confía en que la merma de estos mercados tradicionales se compense con un incremento de la promoción en otros países como Estados Unidos (en especial en Miami y Florida) y Puerto Rico, que absorberán una parte importante de los pedidos del Cono Sur.
Esta iniciativa global que suscribe el Consejo Regulador de la Indicaciones Geográficas Protegidas Jijona y Turrón de Alicante, que aglutina 26 empresas, se suma a otras particulares como la que ha puesto en marcha Turrones el Artesano que tiene por objetivo mejorar la producción y competitividad de sus instalaciones. La firma Mira y Llorens ha suscrito un acuerdo con el Instituto Agroalimentario (AINIA) para el desarrollo de nuevos productos. La empresa pretende así ampliar el catálogo de productos para mantener a pleno rendimiento y durante todo el año la planta de producción.
A pesas de todo el Consejo Regulador de la Indicaciones Geográficas Protegidas Jijona y Turrón de Alicante prevé un aumento de la producción de entre un 1,5 y 2% más que el 2001. La anterior campaña la producción de turrón protegido por el Consejo Regulador creció un 3,5%, ya que se fabricaron 425 toneladas más que el año anterior. Respecto al número de contraetiquetas expedidas, este año aumentará entre el 3 y 5%.
En la presente campaña el aumento del porcentaje de almendra, entre el 52 y 64%, en la elaboración de los turrones de Jijona y Alicante ha provocado la desaparición de la clase extra, de modo que el único turrón protegido es el de calidad suprema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de diciembre de 2002