La policía iraní seguía manteniendo detenidas a una treintena de personas ayer después de que el día anterior dos centenares fueran llevadas a comisaría por haber participado en las protestas estudiantiles contra el inmovilismo del régimen.
"La mayoría de ellos han quedado en libertad tras ser interrogados, pero 30 permanecen aún detenidos y otros 40 han sido liberados bajo fianza", dijo Alí Taala, director general de seguridad y asuntos políticos de la oficina del gobernador de Teherán.
La manifestación del sábado logró reunir a cerca de 8.000 personas en la Universidad de Teherán y sus alrededores, pero más allá del número, mostró que algunos iraníes de a pie están dispuestos a unirse a los estudiantes que desde hace semanas encabezan las mayores protestas en favor de la reforma desde hace tres años. Confinadas hasta ahora a las universidades, ponen de relieve la impaciencia social ante la incapacidad del presidente, Mohamed Jatamí, para hacer realidad sus promesas de cambio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de diciembre de 2002