La conductora del vehículo que el domingo colisionó frontalmente con otro turismo en la autopista A-7 en Fogars de la Selva (Girona) y causó la muerte de ocho personas no tenía carnet de conducir. Además, pesaban sobre ella dos órdenes de búsqueda y captura: Una por un asunto de falsificación de moneda que le hubiera comportado su ingreso inmediato en prisión, y la otra es resolución de un juzgado de Barcelona por no acudir a una presentación periódica.
Carmen Gavarri Cortez, de 20 años, conducía un Audi 100 en el que viajaban otras cuatro mujeres, entre ellas su hermana Consuelo, de 17 años. El vehículo salió despedido al impactar con una valla de protección e invadió la calzada contraria, donde colisionó de frente con un Hyundai Lantra en que viajaba una pareja de Mataró con su hija de 7 años. El impacto fue tan violento que todos los ocupantes de los dos vehículos murieron en el acto.
Ayer se supo que, según las primeras investigaciones, sólo uno de los pasajeros llevaba abrochado el cinturón de seguridad. Las primeras hipótesis apuntan a que la conductora del Audi 100 se durmió antes de colisionar con la valla lateral y no reaccionó tras ese impacto, pues en el lugar de los hechos no se ha encontrado ninguna señal frenada.
Joan Delort, director del Servicio Catalán de Tráfico, explicó que un despiste de la conductora del Audi 100 pudo originar "una maniobra brusca que explicara el cambio de dirección". Aunque de momento se desconoce la velocidad que llevaba el Audi 100, todo parece indicar que era "elevada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de diciembre de 2002