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Gritos, pitos y abucheos acompañan la visita del presidente Olivas a la Universidad Jaume I

Una sonora bronca acompañó ayer la visita del presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, al campus de la Universidad Jaume I de Castellón. Pese a los intentos para que la inauguración de los edificios de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales y del pabellón polideportivo de la Universidad castellonense se llevara a cabo con normalidad, la visita de Olivas estuvo bastante alejada de la siempre protocolaria celebración de un evento de estas características.

El equipo rectoral, con Francisco Toledo a la cabeza, tuvo que enfrentarse a toda una retahíla de quejas debido a la descoordinación en la puesta en marcha y la falta de espacios y dotaciones en la nueva facultad. Así, el equipo de gobierno universitario optó por crear una comisión, con participación estudiantil, para analizar y tratar de solucionar los problemas y reivindicaciones. Sin embargo, pese a que este "episodio" de la nueva facultad parece solventado y, por lo tanto, al margen de posibles polémicas, estudiantes y profesores de la Jaume I de Castellón consideraron que había otros muchos motivos por los que manifestar sus quejas al presidente de la Generalitat y aprovecharon para ello la inauguración.

Alrededor de dos centenares de personas esperaban a José Luis Olivas en la puerta de la facultad con la exposición de distintas quejas: "Un sueldo vitalicio para Olivas y cuatro duros para investigar", "Más becas y menos mentiras", "Universidad de calidad, ¿sin financiación?" fueron los lemas de algunas de las pancartas con las que dieron la "bienvenida" a Olivas y al cerca de medio centenar de personas que acompañaban al presidente de la Generalitat para el acto de inauguración. Los aplausos del séquito del jefe del Consell no consiguieron acallar los pitos de quienes "acompañaron" al jefe del Ejecutivo valenciano durante toda su estancia. Su visita a la facultad tuvo los pitos y los abucheos como "banda sonora", en expresión que utilizó para referirse a la protesta el propio rector. También se dejó oír el ruido de la protesta durante su intervención en el pabellón polideportivo, al que se impidió la entrada a los alumnos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de diciembre de 2002