El viento del sureste concedió ayer una tregua a Asturias y Cantabria y frenó el avance hacia sus playas de las manchas de fuel, pero éstas permanecen muy cerca de la costa. Un buque succionador danés y un remolcador español trataron de aprovechar el buen estado de la mar para recoger parte de las toneladas de combustible que flotan en una extensa área comprendida entre Avilés y el límite con Cantabria, aunque la escasa densidad de los residuos dificultó su absorción. Los Gobiernos asturiano y vasco han pedido al Ejecutivo central que contenga el fuel en el cabo de Estaca de Bares, para que no avance más.
A "unas millas", en expresión del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, al norte de Gijón persiste una mancha de color rojo de 1.800 metros de longitud y 100 metros de ancho. Otros vestigios de menor tamaño, a modo de grumos o bolas muy diseminadas, y de más difícil absorción, se extienden a lo largo del litoral oriental asturiano y muy cerca de las playas.
La flota pesquera de la comunidad volvió a faenar ayer porque los caladeros aún no han sido afectados, si bien anoche las cofradías y las autoridades autonómicas iban a efectuar una nueva evaluación de la situación. En Cantabria disminuyeron a la mitad las 1.000 personas que habían participado el fin de semana en labores de limpieza, y a las que se han sumado miembros de las Fuerzas Armadas. 31 de las 50 playas más importantes de la región están dañadas por la marea negra.
En Asturias, y hasta ayer por la mañana, se han recogido 1.145 toneladas de fuel. El número de arenales afectados ha descendido de 75 a 40. También a esta comunidad se ha sumado el Ejército para ayudar en las tareas de limpieza. El Principado ha hecho un llamamiento para incorporar a voluntarios.
El Gobierno asturiano, al igual que el vasco, ha reiterado la petición al Ejecutivo central para que lleve barcos succionadores a Estaca de Bares (Lugo) para contener el avance del fuel. Asturias reclamó esta medida el 28 de noviembre en una carta dirigida a Mariano Rajoy. El Gobierno de Asturias, formado por socialistas, ha reclamado al Ejecutivo central que aumente el número de barcos succionadores del fuel frente a su costa para impedir que la marea negra avance por el Cantábrico. "Lo que se ataje en Asturias no llegará tampoco a Cantabria, País Vasco y Francia", resaltó la consejera de Administraciones Públicas, Angelina Álvarez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de diciembre de 2002