Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) alcanzaron ayer un acuerdo sobre la futura normativa para identificar y etiquetar los organismos genéticamente modificados en los alimentos, en todas las fases de la cadena de producción. Su aprobación, pendiente de la segunda lectura en el Parlamento Europeo, levanta el último obstáculo legal para el fin de la moratoria de facto que la UE mantiene sobre la introducción de nuevos transgénicos.
Los Quince lograron un compromiso sobre la base de una propuesta presentada por la presidencia de turno danesa de la Unión que resolvió el punto más controvertido, el de cómo etiquetar los transgénicos contenidos en mezclas. La fórmula aprobada establece que la etiqueta de piensos y alimentos que contengan transgénicos deberán reseñar "los alimentos genéticamente modificados que han sido utilizados" y no sólo los que "pueden haber sido utilizados" como pretendían la Comisión Europea, Reino Unido y Países Bajos.
El compromiso respeta los límites recientemente aprobados por el Consejo de Ministros de Agricultura que fijan un etiquetado obligatorio de los alimentos y piensos con más de un 0,9% de transgénicos registrados y un 0,5% de transgénicos no autorizados, pero con un dictamen científico favorable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de diciembre de 2002