La Audiencia de Alicante ha condenado a 26 años y 6 meses de prisión a un monitor de buceo que abusó de cinco menores entre 1999 y febrero de 2001, en Altea (Marina Baixa). La sentencia obliga además al acusado, Luis Rafael Lapido, de 57 años, a indemnizar a los pequeños con 56.702 euros.
En el apartado de hechos probados, la sentencia recoge que los abusos comenzaron en 1999, cuando el condenado, que ejercía de profesor en el Centro Buceo Mediterráneo de Altea, contactó con un niño de 10 años, que solía jugar en las inmediaciones del recinto. A cambio de pequeñas cantidades de dinero, el procesado sometió al menor a tocamientos y abusó de él en, al menos, cuatro ocasiones. El acusado pidió al pequeño que localizara a otros menores dispuestos a realizarse fotos desnudos, previo pago. El pequeño convenció a un amigo, de diez años, para cumplir los deseos sexuales del procesado.
El tribunal considera probado, además, que Luis Rafael Lapido utilizaba su furgoneta, el centro de buceo y su casa para efectuar los abusos a los menores.
En una de las ocasiones, el acusado engañó a uno de los niños con la promesa de enseñarle a bucear. Cuando el pequeño entró en el establecimiento, el monitor cerró la puerta con llave y, con el pretexto de ponerle el traje de buzo, le embadurnó el cuerpo con aceite, mientras le tocaba los genitales. La Audiencia condena ahora al acusado por un delito continuado de abuso sexual y corrupción de menores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de diciembre de 2002