El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, hizo ayer un llamamiento al lehendakari, Juan José Iberretxe, para que no excluya al Ejército de la lucha contra el vertido del Prestige en el País Vasco. Tras subrayar que los militares no sólo colaboran en las tareas de limpieza en Galicia, sino también en Asturias, Cantabria y el País Vasco, llamó a las autoridades de Vitoria "al entendimiento y la colaboración".
"El Ejército está para ayudar y tendría gracia que al final no pudieran cumplir su misión o no se les considerara adecuadamente", afirmó. Fuentes militares explicaron que el comandante militar de Vizcaya ha ofrecido 100 soldados del Regimiento Garellano, en Munguía (Vizcaya), para limpiar la costa vasca e incluso se han montado dos campamentos en las playas de La Arena y Azkorri, pero los militares no los han ocupado al no habérseles encargado ninguna tarea.
Ibarretxe declinó ayer "entrar en polémicas" con el ministro de Defensa sobre la participación del Ejército en las tareas de limpieza, asegurando que preferiría "que se metiera menos ruido y se arreglaran muchas más cosas".
Críticas a Beiras
Por su parte, Trillo-Figueroa reiteró que las Fuerzas Armadas estuvieron "desde el primer día" en la lucha contra los vertidos, si bien reconoció que su participación fue muy inferior a la actual en los primeras semanas.
"Hay varios días en que no se considera necesario que haya más efectivos [militares], porque la coordinación de las tareas de limpieza es una labor muy complicada", alegó, tras subrayar que "desde el primer momento, por expresa indicación del presidente [José María Aznar] y sabiéndolo el vicepresidente [Mariano Rajoy] han estado a disposición de la crisis", explicó.
Según dijo el ministro en el Forum Europa, organizado por Nueva Economía y Europa Press, en el operativo de lucha contra la contaminación participan 6.800 militares en Galicia, a los que se suman 400 más en Asturias, Cantabria y País Vasco. Esta cifra incluye no sólo los militares que participan directamente en la operación sino también quienes les apoyan y los retenes preparados en los cuarteles.
Defensa, según explicó, tiene ya preparadas unidades para relevar o incluso ampliar los efectivos desplegados si la situación de emergencia se prolonga.
El ministro denunció la actitud del líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Xosé Manuel Beiras, quien recomendó a Aznar que no visite ahora Galicia porque "puede haber muertos". "Eso no es ya electoralismo sino que es una confesión paladina de dónde están realmente algunos dirigentes del Bloque, como el señor Beiras, que es mirando siempre, con uno de los ojos al menos, a la violencia", afirmó Trillo-Figueroa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de diciembre de 2002