Rusia podría dejar de apoyar a Irak si se confirma que Sadam Husein ha anulado el contrato que tres compañías rusas tenían para explotar el yacimiento de Qurna Occidental-2. Esto es al menos lo que se desprende de las declaraciones hechas ayer por un alto funcionario del Gobierno ruso a Interfax, agencia que el Kremlin suele utilizar para dar sus opiniones.
"Si Irak toma esa decisión, para Rusia desaparecerá uno de los importantes intereses que la movían a apoyar a Bagdad en la actual situación internacional", dijo la fuente anónima. El jueves, Lukoil, la principal petrolera rusa, recibió una carta del viceministro iraquí del Petróleo que le notificaba la anulación. La medida se interpreta como una señal del malestar de Sadam por la postura que Moscú ha adoptado últimamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de diciembre de 2002