Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Violencia caducada

Cuando oigo decir que siempre hay que denunciar las agresiones, no sé si ponerme a reír o llorar. Yo he sido agredida.

He contado mi vida a un guardia civil, a un médico, a un forense y he pasado por un juicio humillante en el que, como de costumbre, la parte contraria trata de demostrar que una se ha autolesionado. Pues bien, gané el juicio.

Sin embargo, cuando apelaron, ¡cómo no!, la justicia les dio la razón en base a que la falta había prescrito. ¿No les parece que hay mucho que cambiar antes de animarnos a denunciar? ¿Es justo que las faltas caduquen sobre la mesa de un juzgado?

La justicia ahí se olvida de nosotras, porque mi caso no es el único.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de diciembre de 2002