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Reportaje:

La mala uva

TVE y la productora Pearson, condenadas a pagar 57.095 euros a unos concursantes a los que no aceptaron una respuesta correcta

El origen de la uva Prieto Picudo es leonés. Y si cabe alguna duda, ahí están para precisarlo TVE y la productora Pearson, condenadas a pagar 57.095 euros a los concursantes del ya desaparecido Audacia, a los que no dieron por válida esta respuesta, que daba acceso a un premio de 60.000 euros. En el programa, que en 2000 presentaba en horario de máxima audiencia Jordi Estadella, se competía en grupo y acumulando cantidades de dinero cada vez mayores -hasta llegar al tope de 100 millones de pesetas- contestando preguntas de cultura general.

El 10 de noviembre, Gonzalo Dorda, Iván Molina y Alberto Menéndez, junto a un cuarto compañero, grababan la edición 54ª del concurso. Cuestión a cuestión, llegaron a la pregunta valorada en 10 millones de pesetas: "¿Qué cuatro de los siguientes tipos de uva procede de viñedos españoles?". Los demandantes se quedaron con las primeras de las seis respuestas posibles: Palomino, Ull de Lebre, Garnacha, Prieto Picudo, Verdejo y Merlot. Perdieron todo el dinero acumulado hasta el momento (cinco millones de pesetas): la Guía Internet de los vinos de España y el Glosario vitivinícola consultados por la redacción del espacio "atribuyen origen portugués a la variedad Prieto Picudo", según reza la sentencia. Aunque seguros de su acierto -Menéndez llegó a hacerse con una botella de vino perfectamente etiquetada procedente de León-, los jóvenes asumieron la decisión de la cadena.

Días después, la dirección de Audacia ofreció una nueva oportunidad a los concursantes "por haber caído muy bien". Podían grabar otra pregunta-respuesta siempre que acudieran al estudio vestidos con la misma ropa que el primer día. La nueva cuestión insistía en el mundo del vino: "¿Qué cuatro comunidades autónomas dedicaron una mayor superficie al cultivo de la vid en el año 1999?". Pero los conocimientos enológicos de los concursantes ya no daban para tanto y optaron por denunciar una "burda manipulación" de la cadena pública, incapaz de reconocer su error.

Ahora los tribunales, además de considerar que "la pregunta era controvertida y no debió ser formulada", estima que TVE, a la que acusa de "mala fe", debe "correr con las consecuencias dañosas creadas por su confusión." Fuentes de Televisión Española se limitaron a precisar que recurrirán la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 72 de Madrid.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de diciembre de 2002