El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, celebró ayer el final de la obra de remodelación de la calle Larios, la más emblemática de la ciudad, con un acto festivo que incluyó actuaciones musicales y figurantes vestidos de época. La calle, trazada a finales del siglo XIX (se inauguró en 1889) por iniciativa de la alta burguesía de la época, ha soportado durante los últimos ocho meses un trabajo frenético de pavimentación y cambio del mobiliario urbano encaminado a convertirla en un paseo semipeatonal, que en adelante sólo se abrirá al tráfico de vehículos públicos y de emergencia. El coste de las obras ha sido de 4,7 millones de euros.
La plaza de la Constitución, que remata la calle internándose en el centro histórico de la ciudad, también ha sido remodelada y desde ayer vuelve a lucir en ella la Fuente de Génova, que data del siglo XVI.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de diciembre de 2002