El pasado día 3 el señor Fernández, en la página 5 del País Comunidad Valenciana, alaba la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU) como lo mejor que nos ha podido pasar, y a la vez enumera los estrictos controles que pone la ley para que los apliquen los Ayuntamientos con toda clase de publicidad y transparencia, evitando abusos. Además de los fácil que es defenderse (los propietarios) con la ley en la mano. Le faltó una cosa por decir: "Y fueron felices y comieron perdices". Así acaban todos los cuentos.
La cuestión de la transparencia y publicidad no hay más que verla en los periódicos todos los días y los afectados como yo (La Vila Joiosa, PP-14 platja-port) la tenemos que agradecer día tras día. También tenemos que agradecer lo generosos que son los plazos de la LRAU para poder organizarnos y defendernos. Seguimos agradeciendo que se nos tire a la calle, sin que esté contemplado ni siquiera el derecho al realojo (para muchas es nuestra primera y única vivienda) para que los pobres constructores ganen unos durillos y lleguen a fin de mes. Agredecemos que después de habernos expoliado nos llamen insolidarios, privilegiados, reaccionarios, etc.
Por último, agradecemos y ahora va en serio, que a estos señores se les vea el plumero, pues cualquier artículo a favor de la LRAU siempre va firmado por un arquitecto, una constructor o un político y si no tiren de las hemerotecas y lo comprobarán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de diciembre de 2002