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El Gobierno colombiano ve la mano de ETA en los atentados de Bogotá

Veintidós personas heridas, entre ellas un senador, en dos atentados seguidos con bomba en la capital colombiana, han llevado al Gobierno de Álvaro Uribe a exigir al Congreso mayores poderes especiales para la lucha contra el terrorismo. Uribe atribuyó ayer los ataques de la noche del viernes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su vicepresidente, Pacho Santos, fue más lejos al decir que tuvieron asesoría de ETA o del IRA.

A las once de la noche (hora local), un maletín con un kilo de explosivos fue activado en el restaurante del piso 30 de las Residencias Tequendama donde tenía lugar un festival de tango. En esas casas viven varios diputados. "Es un atentado contra la democracia", repitieron funcionarios oficiales y congresistas. No es el único, tres horas antes, el senador Germán Vargas abrió un paquete bomba que le causó graves heridas en los brazos y las manos.

Un editorial del diario El Tiempo, el único de tirada nacional, pide a las autoridades no dar palos de ciego y muestra su preocupación por la oleada de allanamientos y detenciones en todo el país para desmantelar las redes de apoyo de la guerrilla. En Bogotá han sido invadidas sedes de conocidas ONG. El diario exige "proceder sin la paranoia de la sospecha". El defensor del pueblo, Eduardo Cifuentes, pidió la solidaridad ciudadana con las instituciones y el respeto de éstas a los derechos humanos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de diciembre de 2002