Las acciones de Endesa han caído en esta semana el 8,33% y acumulan un descenso del 38,59% en el conjunto del ejercicio. La razón de las pérdidas de esta semana están en la decisión de Standard & Poor's, la empresa de calificación de riesgo, de rebajar el rating de Enersis, la filial chilena de Endesa, al tiempo que ponía la propia calificación de Endesa "bajo vigilancia". Esta decisión provocó una reacción en cadena y la firma de intermediación Merrill Lynch rectificó la recomendación de compra que había puesto a los títulos de Endesa apenas unos días antes para pasarlos a "neutro". La razón última de estas decisiones no es nueva, pues se refiere a la deuda de Endesa y a la poca capacidad que se le concede a la sociedad para mejorar su perfil financiero, es decir, para reducir su elevado endeudamiento. La reciente decisión del consejo de administración de Endesa de repartir un dividendo a cuenta de los resultados de este ejercicio de 0,264 euros, igual al del año anterior, a partir del próximo día 2 de enero, no parece del gusto de los analistas estadounidenses, que en estos casos suelen apostar antes por el saneamiento de las cuentas que por la retribución al accionista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de diciembre de 2002