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Pura artesanía

Vinos de garaje, de autor, de alta expresión, vinos punto com.. Son los más deseados en todas las vinotecas y foros de Internet por su corta producción y por su alta calidad; y también, los más caros del mercado. Desde luego, su escasez y calidad hace que su mercado sea accesible para unos pocos privilegiados.

En esta línea se sitúan los mostos de Benjamín Romero, localizados en San Vicente de la Sonsierra y, cómo no, en un pequeño garaje donde elabora en plan artesanal su gama de vinos: Contador, La Cueva del Contador y el próximo que verá la luz, La Viña de Andrés.

El consumidor que tenga las posibilidades económicas de acercarse a estos caldos, encontrará unos vinos amables, llenos de fruta muy madura (rozando la sobremaduración), de muy bien integrada la crianza, cuya degustación se convierte en auténtico placer. Están lejos, afortunadamente, de otros vinos punto com.cuya degustación es un golpe al paladar.

Los de Benjamín son nacidos de tempranillo, cultivados en pequeñas parcelas de viñedo que tienen una edad media superior a los 50 años. Tuvimos ocasión de visitar las parcelas y comprobar que el laboreo de campo se hace muy difícil en ellas, obligando a hacer a mano todas las tareas.

A mano dice también que desgrana los racimos de estos viñedos, lo que le convertiría en el único elaborador de toda La Rioja que utiliza este sistema, que desplaza la habitual despalilladora. Y como no acaban aquí las sorpresas, en la Bodega Contador también se ponen en vanguardia al utilizar las barricas nuevas para un solo vino.

Desde luego, audacia e innovación no se le pueden negar al elaborador. Ahora sólo hace falta que el consumidor sepa apreciar y valorar los vinos de esta bodega. El placer de degustar sus caldos lo tiene asegurado. Otra cosa será que esté dispuesto a pagar su alto precio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de diciembre de 2002