Aunque en la televisión italiana triunfan algunos programa de escándalo, el que apareciera Monica Lewinsky en un programa diurno de domingo en unas fechas demasiado próximas a las navidades ha sido demasiado para algunos. La becaria que protagonizó un escándalo en 1998 con el presidente Bill Clinton iba a ser la estrella invitada en el programa Domenica In, que a lo largo de cinco horas ofrece música, baile, deporte y entrevistas con personajes diversos. Pero a algunos políticos no les gustó que la televisión estatal RAI, financiada con el dinero público, le pagara a Monica por entrevistarla. El diario La Repubblica ha dedicado dos páginas al debate y el Corriere della Sera cuatro artículos . El presidente de la RAI, Antonio Baldasarre, también mostró su preocupación y la cadena suprimió la presencia de Lewinsky en el programa, algo que contó con el aplauso del ministro de Comunicación, Mauricio Gasparri.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de diciembre de 2002