El sector pesquero afronta una semana decisiva que marcará su futuro. Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) se reúnen hoy en Bruselas, hasta el sábado, para aprobar la reforma de la Política Común Pesquera y fijar las posibilidades de pesca en aguas comunitarias para 2003. España afronta la recta final de la negociación con el objetivo de suavizar al máximo el impacto que tendrá la reforma propuesta por la Comisión Europea en la flota española, que empujaría a una reconversión forzosa del sector a corto plazo.
Las negociaciones en los dos frentes se presentan complejas. Y para dar más dramatismo a una discusión de por si conflictiva, sobrevuela el fantasma de la crisis que desde hace un mes sufre el sector pesquero gallego como consecuencia de la marea negra del petrolero Prestige. La UE asegura que no se abandonará a los pescadores "a su suerte" y que se compensará a los afectados por el cese temporal de la actividad.
Pero hasta ahí llega la sensibilidad política. La otra realidad es que los recursos pesqueros están al borde del colapso en muchos caladores por el exceso de capacidad de la flota. La Comisión propuso en mayo reducir hasta entre un 30% y 60% el esfuerzo pesquero y la retirada definitiva de la actividad de 8.600 buques para garantizar la supervivencia del sector. Para lograrlo, Bruselas planteó un cambio en la utilización de los fondos, fomentando los desguaces.
Dos bloques claros
Las negociaciones están enrocadas desde entonces y los Quince siguen divididos. De un lado, está el grupo de los países amigos de la pesca (España, Francia, Italia, Portugal, Grecia e Irlanda), que rechaza la propuesta de Bruselas. Y, del otro, están los países amigos de los peces (Reino Unido, Holanda, Bélgica, Suecia, Finlandia y Alemania), que apoyan la reforma.
El único balón de oxígeno para el sector pesquero español ha llegado del Parlamento Europeo, al rechazar los puntos más problemáticos de la propuesta. Pero su dictamen sirve de poco, ya que los ministros son los que tienen la última palabra.
El Consejo de Ministros de Pesca que arranca hoy se presenta especialmente largo. La presidencia danesa de la UE ha dejado los deberes para el último minuto y está previsto que las discusiones se prolonguen hasta el sábado, ya que se debe cerrar un acuerdo sobre la reforma de la PCP en esta reunión, porque el régimen de ayudas al sector expira el 31 de diciembre.
La idea es comenzar a negociar el reparto de las capturas de pesca propuestas para el próximo año y dejar la reforma de la PCP para el final. España afronta ahora las discusiones con la intención de suavizar los recortes planteados para la cigala (entre el 35% y el 50%), el gallo (40%) y la merluza (35%) en las aguas donde faena la flota.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de diciembre de 2002