La seguridad en sí mismo exhibida ayer por Francisco Álvarez- Cascos, ministro de Fomento, contrasta con los actos de contrición que han prodigado en los últimos días varios miembros del Gobierno. Ninguno ha ido tan lejos como el vicepresidente primero y coordinador de la crisis, Mariano Rajoy, quien, en una entrevista publicada ayer por los diarios Faro de Vigo y La Opinión confiesa: "En este desastre, los gallegos han estado mucho mejor que los dirigentes políticos, incluido el Gobierno".
Rajoy admite que "en los primeros tres o cuatro días", la crisis "no le pilló a todo el mundo muy bien". "En ese periodo no hicimos las cosas con el mismo orden, rapidez y sentido que 10 días después", agrega Rajoy, quien también reconoce la demora en desplegar algunos medios: "No teníamos lugares donde pudiera dormir la gente, ni con qué avituallarla, tardamos en traer equipos protectores...".
Sin embargo, el vicepresidente asegura que nunca ha ocultado información a los ciudadanos y que cuando utilizó expresiones como "hilillos" para referirse a las filtraciones en los tanques del petrolero hundido se limitó a "leer el papel" que le dieron "los técnicos".
Rajoy revela que nunca había visto en Galicia tanta tensión social y que en las multitudinarias manifestaciones de protesta también han participado votantes del PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de diciembre de 2002