Con bombo y platillo, las trompetas de Francisco Álvarez-Cascos [ministro de Fomento] anunciaron hace unos seis meses la venida del alumbrado público al ramo de la carretera de Valencia comprendido entre la entrada a Arganda y la M-45. Lo inauguró entre la adoración de su cohorte de pajes y las fotos de decenas de periodistas, que acudieron guiados por la oficina de prensa y propaganda del señor ministro.
Mas hete aquí que, aproximadamente un mes después del histórico acto, las farolas dejaron de lucir, y hasta hoy. Desde Rivas-Vaciamadrid y Arganda pedimos a don Francisco que nos traiga un presente estas navidades: la luz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de diciembre de 2002