Desde hace ya tiempo las familias españolas padecen un vicio; es el deleguismo educativo. Que consiste en delegar la función educativa de quien corresponde, los padres, en otras personas o instituciones. Por ejemplo, se delega en los abuelos, se delega en los profesores, en los vecinos, en la televisión, etcétera. Nada tiene que ver este hábito con dejar en ocasiones a los hijos con alguien que les cuide, por diferentes motivos. Ya que el deleguismo educativo va más por la línea de que quien debe educar debe ser la escuela, la abuela (que tiene mucho tiempo), la tele (como, por ejemplo, con la serie de dibujos Shin Chan). Para colmo el reciente informe del Plan Nacional Antidrogas informa de que un sector de los padres españoles piensan todavía que los maestros deben ser los principales educadores de los hijos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de diciembre de 2002