El Ayuntamiento de Bilbao presta el Servicio de Ayuda a Domicilio a unos 4.000 ciudadanos. Este servicio público lo realizan unas 500 trabajadoras, a través de la empresa intermediaria Servicios Sociales Integrados S. Coop, que factura unos 1.400 millones de pesetas (8.414.000 euros).
Esta cooperativa, con el fin de asegurarse el servicio en exclusiva, tira el precio hacia abajo, de forma que ninguna empresa del sector pueda llegar a competir porque éstas tienen que aplicar el covenio del sector de ayuda a domicilio, cosa que la citada cooperativa no aplica.
No lo hace ni siquiera con las trabajadoras asalariadas, que tienen todo el derecho, y a quienes dejan de abonar un 21% del salario que marca el convenio; defraudando al mismo tiempo, a Hacienda y a la Seguridad Social.
El primer gran beneficiario es el Ayuntamiento de Bilbao a costa de las trabajadoras, que no sólo permite precarizar el trabajo, sino que además admite el incumplimiento de su propio pliego de condiciones, que entre otras cosas, exige a la empresa adjudicataria el cumplimiento de los derechos laborales y de Seguridad Social (y esta cooperativa lleva ya seis años incumpliendólo y perjudicando a centenares de trabajadoras). ¿Hasta cuándo van a permitir esta injusticia?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de diciembre de 2002