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LA OFENSIVA TERRORISTA

Detenidos en Francia los jefes militares de ETA y otros 7 presuntos terroristas

Hallados en cinco pisos registrados anoche abundante documentación, armas y explosivos

La cúpula militar de ETA fue descabezada ayer en Francia apenas tres meses después de que fueran detenidos los anteriores jefes. Ibon Fernández Iradi, de 31 años, y Ainhoa García Montero, de 27, fueron capturados cerca de Bayona cuando se dirigían a una cita con otros terroristas. Ambos, según fuentes policiales, habían sido confirmados en la jefatura de los comandos hace 60 días, en sustitución de Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Mujika Goñi, detenidos el 16 de septiembre. Otros siete supuestos etarras, cuya identidad no ha sido facilitada, fueron detenidos anoche en cinco pisos del sur de Francia.

García y Fernández iban a una cita con otros miembros de la banda al ser arrestados

La operación venía preparándose desde hace un par de meses, cuando los responsables de la lucha antiterrorista confirmaron que Fernández Iradi, Susper, y García Montero, Laia y Marimán, habían ascendido a la jefatura de las células de ETA. Los detenidos en Francia y España desde el mes de octubre habían declarado que las instrucciones para cometer atentados las recibía de ellos.

Los dos eran vigilados por agentes de la Brigada Nacional Antiterrorista francesa y del Cuerpo Nacional de Policía español. La operación se puso en marcha por la mañana, cuando ambos sospechosos abandonaron el piso en el que residían cerca de Bayona a bordo de un Renault Megane blanco robado y con matrícula falsa.

Los policías iniciaron una discreta persecución ante la posibilidad de que intentaran huir por miedo a una confesión de Jesús María Etxeberría, detenido en San Sebastián después de una procelosa fuga de Madrid, donde el martes asesinó presuntamente al guardia civil Antonio Molina.

El citado etarra y su compañero herido, Gotzon Aramburu, habían cometido un atentado el día 3 en Santander y pretendían perpetrar cinco seguidos en Madrid durante la próxima Nochevieja por órdenes de Susper y Laia, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Resistencia

La policía abordó a los dos sospechosos sobre las 10.30. Circulaban por un camino rural que discurre en paralelo al río Adour, en la localidad de Saint-Martin-de-Seignanx e iban a cruzar el puente de hierro que enlaza con el municipio de Urt, a 15 kilómetros de Bayona. Los perseguidos intentaron esquivar a los policías, pero sufrieron un pequeño accidente que les obligó a detenerse. Ofrecieron resistencia a la detención, aunque no llegaron a usar las pistolas que llevaban encima.

Susper y Laia (anoche persistían ciertas dudas sobre la identidad de la mujer arrestada), que portaban documentación española falsa, se dirigían a Bayona, donde tenían concertada una cita con otros terroristas, según fuentes policiales, que rehusaron precisar si la reunión era con otros jefes o con terroristas de nuevo cuño. El primer encuentro estaba fijado para las 11 y el segundo, por si había algún problema, para las 15 horas.

La rápida difusión de la noticia de la captura de ambos provocó malestar en Interior. "Se ha podido fastidiar una operación de mayor alcance y todavía no sabemos qué daño ha podido hacer la filtración", aseguraron altos cargos, reunidos en el parque del Retiro (Madrid) para un acto protocolario.

Allí, Ángel Acebes, ministro del Interior, declaró: "Los dos detenidos son los sustitutos de Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Mujika Goñi en la dirección de los comandos operativos. Tras un tiempo de dudas, la organización ha colocado en la cúpula militar a García Montero y, sobre todo, a Susper", agregó. Guridi y Mujika fueron detenidos el 16 de septiembre en Talance. "Eso es lo realmente importante, que entre septiembre y hoy [por ayer] se ha desarticulado en dos ocasiones la cúpula militar y en esa línea vamos a seguir", afirmó Acebes, "para golpear a ETA tan fuerte como sea posible".

De hecho, los golpes continuaron. Sobre las ocho de la tarde fueron detenidas siete personas, algunas fuertemente armadas, cuya identidad no ha sido facilitada. Los arrestos se produjeron en cinco pisos de Tarbes, Pau, Bayona, Arcachon y Lourdes. Las fuentes consultadas indicaron que al menos la mitad pertenece a comandos, pero aún se ignora el papel y el nivel del resto. Además, en los registros se han hallado armas, explosivos y documentación.

La operación nocturna es el epílogo de la captura de los dos jefes militares, tras el recambio de la jefatura detenida en septiembre. Susper, que ya había actuado de recadero de Olarra para contactar con los terroristas ocultos en Francia, y Laia, colaboradora del primero, fueron ascendidos. Su conocimiento del funcionamiento interno de la estructura criminal les convertía en los únicos candidatos.

Sin embargo, antes de acceder al cargo pasaron por un periodo de observación, debido a la obsesión con la seguridad y la infiltración que tiene la banda. Las fuentes consultadas indicaron que Susper y Laia habían sido "confirmados" a mediados de octubre, por lo que apenas han dirigido la banda durante dos meses. Este lapso fue el que, según fuentes antiterroristas, motivó que entre el 12 de octubre y el 3 de diciembre ETA no cometiera ningún atentado.

Los dos detenidos, según Interior, tienen a sus espaldas un denso historial de crímenes. Susper tiene pendientes cuatro órdenes de prisión de la Audiencia Nacional. Estuvo en el comando Buruntza y facilitó información sobre el ex Gobernador Civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, asesinado en julio de 2000; sobre el museo Chillida Leku (que fue atacado con granadas) y ediles del PP y el PSOE.

El 9 de enero de 2001 colocó, junto a Laia y Oskarbi Jáuregi Amundarain, un macetero bomba en el cementerio de Zarautz (Guipúzcoa) para que estallara durante un homenaje que dirigentes del PP iban a rendir al asesinado José Antonio Iruretagoyena. También es sospechoso de haber intervenido en el tiroteo en el que resultó gravemente herido un gendarme en Monein, cerca de Pau, en noviembre de 2001.

Laia, por su lado, tiene nueve reclamaciones en su haber. Ha participado presuntamente en los asesinatos del director financiero del Diario Vasco, Santiago Oleaga (mayo de 2001), del subcomisario de la Ertzaintza Mikel Uribe (14 de mayo) y, posiblemente, de la ertzaina Ana Isabel Arostegi, asesinada por la espalda en un control de carreteras en Beasain (Guipúzcoa) el 23 de noviembre de 2001 junto al agente Francisco Javier Mijangos. Además, confeccionó el libro bomba que hirió gravemente al periodista Gorka Landaburu.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de diciembre de 2002