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OPINIÓN DEL LECTOR

En San Blas

El pasado 10 del presente publicaron las consideraciones de una madre sobre el terreno cedido por 75 años a Comunión y Liberación para construir un colegio, en las cuales ponía de manifiesto su enfado por la alarma que este tema está suscitando en el distrito de San Blas.

Somos los 30 o 40 de la "foto" (se le olvida nombrar las miles de firmas recogidas de madres y padres) que reprobamos la actitud de los preclaros gobernantes de turno, al ver que los colegios de nuestros hijos están desatendidos y, sin embargo, a los empresarios se les cede un terreno valorado en 12 millones de euros, o sea, que les sale gratis, la construcción corre a cargo fundamentalmente de sus correligionarios internacionales, es decir, que sin comerlo ni beberlo se plantan con un negocio montado; luego pondrán en cada aula a profesores en prácticas con contratos basura, además de los "seleccionados" profesores de religión (previsto en la Ley de Calidad).

Así no me extraña que les salgan los puestos escolares tan baratos. Su discurso es el de enarbolar la bandera de la libertad de elección de centro, pero lo cierto es que en Las Rosas hoy por hoy no se puede elegir, puesto que todos los centros son privados.

La educación es un derecho fundamental, es obligación del Estado el garantizarla, la escuela no debe convertirse en un negocio donde vender artículos y comerciar o adoctrinar, y si así fuera, ésta debería ser totalmente privada y no recibir ningún tipo de subvención pública.

Nos preguntamos por qué a nosotros nos cuesta tanto el conseguir que nos arreglen los centros del barrio y todo lo que huele a sotana cuenta con el beneplácito de estos gobernantes y cursa por la vía de urgencia; me pregunto también dónde está la igualdad de oportunidades, dónde la tan cacareada calidad de educación, dónde la aconfesionalidad del Estado. Éstos son como Robin Hood, pero al revés.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de diciembre de 2002